Listo, ¡cuando quieras!!

Apenas han faltado tener listos algunos detalles para la llegada del conejín; ayer, mi madre y yo fuimos a recoger unas toallas que había mandado bordar; como compré toallas iguales para el marido, para mi y para el conejo, lo más higiénico es que cada uno utilice su propia toalla, por más familia que seamos cada quien tiene su "humor". Bien, por esta razón mandé bordar las toallas, sí, muy ñoño quizás pero me vale.

 Lo que sí es que como son nuevas, van a seguir saliendo pelusitas, así que ya veré cuando le de sus primeros baños al conejo con cuánta pelusa se le queda pegada.

Así como se ven de suavecitas, así están. Hechas a base de rayón extraído de bambú, sí, de esas cosas exóticas que le gusta hacer a la gente. Muchas gracias a doña Martha y a la tía Tita quienes me hicieron el favor de comprarlas a falta de mi movilidad.

Y bueno, esta es la presentación de las toallas, já!, se que a muchos les ha de importar un pepino pero pues ¿qué?, sigo esperando la anunciación del conejo y tengo algo de la disposición del tiempo.

Falta comentar que al fin ayer ya alisté las tres maletas (la mía, la del conejo y la del marido) para ir al hospital, así como congelé unas uvas para el momento del parto (lo recomendaron en las clases de psicoprofilaxis) y preparé algunos snacks para no desmayar. Sólo me falta cargar algo de la música que le puse al conejo al ipod para dárselo a la doula y ¡listo!

Para los que no sepan, se sigue contemplando el parto acuático para el conejo acuático.

Ahora que lo pienso, como no estaba todo listo, quizás por eso el conejo no ha querido "romper el cascarón" (como dice Tita). En fin, ya me han ayudado a armar el moisés, prestado de la cuñada Araceli y ya se lavaron las mil y un cobijas que me trajo mamisuegra.

Así que, ¡listo! ¡Cuando quieras conejo!!....