Como tenía cero experiencia en bebés, empecé a estudiar bien al conejo con sus sonidos, llámense: llanto.
Algunos sabrán que a veces puedo ser buena imitando voces de personajes y esto se debe a mi oído, aunque es extraño, ya que normalmente parezco sorda pero creo más bien es distracción y creo que finalmente, el "buen oído" que tengo lo puedo usar a mi favor para aprender idiomas.
El punto es que empecé a prestar atención al conejo cada vez que hacía ruidos de desagrado, ya fuera llanto, pujiditos o refunfuñeos, y así fui haciendo mi check list mental de qué le pudiera ocurrir, empezando con el llanto de hambre, de estar sucio y cambiarle el pañal, así como el llanto de sueño y generalmente en ese orden. Sin embargo, pues van creciendo y van aumentando sus necesidades, como de atención y aburrimiento o cambio de postura. Por suerte el conejo ha salido tan sano que han sido muy pocas las veces que le ha dado cólico y/o estreñimiento.
El conejo ya empieza a despertar cada vez más sus sentidos y a evolucionar su forma de comunicar.
(Sigo debiendo las fotos)
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